La cárcel de San Pedro está ubicada en la hermosa ciudad de La Paz, Bolivia, fue pensada y construida para dar “albergue” a 300 personas que cometen diferentes actos delictivos, la realidad es otra, en el 2007 con cifras que incluso llegan a ser mayores, se indica que existen en éste recinto más de 1.500 personas. Lo alarmante es que no sólo viven los condenados a una pena, si no también sus hijos e incluso las esposas, dando un número de 200 niños que no cometieron ningún delito pero están ahí, acompañando a sus padres en su larga estadía.
Lo triste es que a estos niños se les niega la educación por el historial criminal, delincuente de los padres; pero es importante mencionar que dentro del reclusorio existe una escuela que atiende a 450 niños entre hijos de reclusos y personas que no cometieron delitos. Lamentable es que los niños que viven en el reclusorio con sus padres, al ir a la escuela y “mezclarse” con los otros niños, tengan conductas agresivas, roben y digan palabras de grueso calibre, lo cual para ellos es sumamente normal debido al ambiente en que conviven día a día.
El gobierno poco puede hacer frente a esta situación, no hay donde enviar a los niños, no hay manera de que se les consiga una familia durante la condena del padre o madre, por ello y más, el gobierno se mantiene en una posición de estato quo, haciendo imposible el rescate de estos niños del centro penitenciario.
No hay duda que la cárcel de San Pedro es una pequeña gran ciudad, una donde para sobrevivir hay que trabajar dentro y donde los ricos o más violentos son los líderes natos del lugar. Al ser la cárcel toda una ciudad, cuenta con un mercado, restaurantes, peluqueros, un hotel y por que no, toda una red de narcotráfico moviéndose desde las más pobres a la más sofisticada celda ubicada en la zona de “Los Pinos” donde las celdas son espaciosas, tienen televisión, cuartos de baño privados, cocina y TV cable. Fuera de la “celda” tienen mesas de billar, quioscos que venden jugos y alimentos al gusto del recluso adinerado. Estas celdas cuestan entre 1.000 y 1.500 dólares.
Al ser una ciudad, también existe la otra cara, una donde las personas son pobres y duermen en pedazos de cartón, una donde tienen que hacer largas filas y pelear por el plato de comida, una donde sin el trabajo no hay dinero y menos la sobrevivencia diaria. Tal parece que sólo ellos cumplieran su condena, ellos son pobres por eso les toca la parte más dura, incluso los policías agreden a estas personas por supuestos delitos, golpeándolos 25 veces en las nalgas con un fierro mientras se sostiene su cabeza en el pozo de agua que está en la llamada sección de “San Martín”.
Esto es un pequeño pincelazo acerca de la terrible situación de San Pedro, existen grandes versiones de personas sumergidas en terribles enfermedades como el VIH/Sida y de aquellas que cumplen condenas injustas porque no pudieron tener una defensa digna y responsable por parte de un mal llamado abogado.
Hay proyectos en marcha que tratan de darle un giro total a esta situación, pero todo grande proyecto necesita presupuesto, tal es el caso del proyecto Qalauma, que se dedicará a la enseñanza de oficios (panadería, zapatería, costura) a los jóvenes reclusos y de llevar a cabo una verdadera rehabilitación, por desgracia para que se termine la construcción de este establecimiento se requiere de 50 mil dólares, el gobierno poco a hecho para ayudar, la gran parte del dinero proviene de ayuda europea y diversas donaciones.
Espero que la información de este post sirva para reflexionar y apreciar lo que es ser libre de cualquier tipo de hecho delictivo, ser libre de cualquier tipo condena.
Bolivia necesita urgentemente centros penitenciarios acondiciones a un número real de reclusos, que brinde la rehabilitación y no la lucha por la sobrevivencia diaria, eso no es cumplir con una condena que haga reflexionar al recluso, esto lo que hace es ponerlo en estado de alerta y defender su vida como lo haría cualquiera de nosotros.
Fuente: Las fotografías y parte de la información fueron obtenidas de: http://news.bbc.co.uk/1/shared/spl/hi/picture_gallery/06/americas_inside_a_bolivian_jail/html/1.stm