Hasta pronto...

Lo que ha pasado durante este primer semestre del año lo resumo con una palabra: “catarsis”, acompañado de muchos otros elementos indispensables que me ayudaron y que retomo con mayor energía, entre ellos el amor a Dios, mi familia y amig@s y el gran cimiento que construyo: mi carrera profesional.

Hago un pequeño paréntesis y me despido por un tiempo de este espacio, ya que inicia una serie de ciclos académicos importantes y grandes proyectos personales a desarrollar.
No me despido sin antes dejarles unos pequeños mensajes que encontré y hago práctica de ellos, se encuentran en el libro de Louise L. Hay titulado “Usted puede sanar su vida”.

¡Nos vemos muy pronto!

“Debería” es una de las palabras más dañinas de nuestro lenguaje. Cada vez que la usamos estamos, de hecho, hablando de una “equivocación”.

Lo que recibimos del exterior es lo que antes enviamos.

Todos empezamos a cambiar en el momento, en el lugar y el orden adecuados para nosotros.

En todo momento hacemos lo mejor que podemos con el entendimiento, la conciencia y el conocimiento que tenemos.

Cualquier cosa que creamos llega a ser verdad para nosotros.

Las ideas y creencias del pasado han creado este momento y todos los que lo antecedieron.

La disposición a liberarse de lo viejo es la clave para poder seguir.

Está perfectamente bien cometer errores mientras se aprende.

Reconocer el error e insistir de otra manera, hasta que uno aprenda a hacerlo correctamente.

Toda experiencia es un éxito.

P. D.: Los cometarios ya no serán previamente revisados, en lo posible, trataré de responder a ellos, ¡gracias!